Esta es una creencia muy extendida en la gente que se inicia en el fitness, con lo que no es raro entrar a una sala de fitness y empezar a ver a gente realizando series y series de abdominales, normalmente crunch abdominal, la mayor parte de ellos mal hechos por falta de tono abdominal, cosa que no les permite realizar de forma correcta la flexión de tronco y lo único que pueden conseguir es provocarse una lesión. Por no hablar de los que directamente van a las máquinas de abdominales y se ponen a hacerlos levantando peso añadido.
Para perder barriga hay que eliminar la capa de grasa existente entre el recto abdominal y la piel, y esto no se consigue únicamente haciendo abdominales, ya que si hacemos muchos abdominales, y además les añadimos peso lo único que podemos conseguir es que este recto abdominal se hipertrofie, es decir, gane volumen y por consiguiente la barriga aún sea mayor. Para darnos cuenta de esto sólo debemos ver algunos culturistas que no tienen un gramo de grasa en su abdomen pero visualmente tienen barriga, y esto se debe a que este abdominal se ha hipertrofiado.
Crunch abdominal
Si acabas de introducirte en el mundo del fitness y tu objetivo es perder barriga, lo primero que debes hacer es simultanear el trabajo de musculación con el cardiovascular.
Realizar primero un trabajo de musculación implicando contra más grupos musculares mejor en un mismo ejercicio, poniendo mayor hincapié en los músculos grandes (pectorales, dorsales, cuádriceps, etc.), que son los que obligaran a tu cuerpo a realizar un gasto calórico mayor.
Además debes complementarlo con un trabajo cardiovascular. Para iniciarse en este trabajo debes empezar con un método aeróbico ligero, es decir, a un ritmo bajo que te permita prolongar ese esfuerzo más de 45’. Y te preguntarás, ¿cómo sé si voy demasiado rápido? Una manera sencilla de saberlo es mediante el “talk test”, que no es otra cosa que poder llevar una conversación mínimamente fluida durante la realización del ejercicio, así evitamos que empieces a hiperventilar y, por lo tanto, se te disparen las pulsaciones y te obligue a parar el ejercicio en breve.
Si llevas mucho tiempo sin hacer deporte empieza andando a un ritmo rápido (el punto antes que tu cuerpo te pida empezar a trotar), ya que si empiezas corriendo es probable que castigues tus articulaciones, y además no podrás aguantar el tiempo óptimo.
A medida que vayas progresando y perdiendo peso podrás aumentar el ritmo y acabar corriendo.
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